La siembra de cubiertas verdes está cobrando cada vez más fuerza. Sin embargo, con tantas opciones disponiblesr, cada una con sus propias ventajas, elegir la mejor no siempre es fácil. Aquí exploramos qué son los cultivos de cobertura, por qué debes sembrarlos y cómo los agricultores pueden tener éxito con ellos.
¿Qué son los cultivos de cobertura?
Los cultivos de cobertura o cubiertas vegetales son plantas sembradas intencionadamente para proteger y mantener el suelo cubierto, mejorando así las características físicas, químicas y biológicas del suelo. Se siembran con un objetivo diferente a los cultivos comerciales, que son los que se venden únicamente para obtener beneficios, por ejemplo el maíz o el trigo.
La principal función de los cultivos de cobertura es mejorar el suelo. A menudo se plantan en campos que de otro modo estarían sin vegetación, entre las temporadas de cultivo, para evitar la erosión, aumentar la fertilidad del suelo y mejorar su estructura.
Los beneficios de las cubiertas vegetales
Las cubiertas vegetales ofrecen muchas ventajas a los agricultores. Mantienen el suelo cubierto y mantienen raíces vivas en la explotación, lo que ayuda a prevenir la erosión y mejora la estructura del suelo, resultando ser crucial para resistir a las inundaciones y las sequías.
También son grandes aliadas para sofocar a las malas hierbas, controlan las plagas y enfermedades, mejoran la disponibilidad y retención del agua, pueden reducir la dependencia de los insumos sintéticos y aumentan la biodiversidad en la finca.
Según Herberto Brunk, gerente de la Herdade das Escravides de Baixo, los beneficios de las cubiertas vegetales son infinitos.
«Los cultivos de cobertura pronto se convertirán en tu cultivo más importante. Si te dedicas a los cultivos herbáceos, determinarán el establecimiento de tus cultivos comerciales y probablemente tu rendimiento. Si se hacen bien, pueden hacer todo, desde secuestrar grandes cantidades de carbono hasta restaurar la biología de tu suelo».
— Herberto Brunk
¿Por qué deberías plantarlos?
Cada vez que cultivas con objetivo comercial, las plantas extraen nutrientes del suelo. Esos nutrientes deben devolverse para que el siguiente cultivo comercial pueda tener éxito.
Muchos agricultores utilizan fertilizantes y herbicidas químicos para devolver esos nutrientes y suprimir las malas hierbas. Pero algunos cultivos de cobertura son capaces de fijar nutrientes como el nitrógeno de forma natural. Por ello, muchos agricultores están eliminando los insumos sintéticos de su lista de la compra y sustituyéndolos por cultivos de cobertura.
Dejar los residuos de siega de tus cubiertas vegetales en el campo también es una forma estupenda de aumentar la cantidad de carbono en el suelo. Esto significa que podrías mejorar la salud de tu explotación y acceder a una nueva fuente de ingresos procedente de los créditos de carbono del programa Carbon+
Tomemos el caso de una explotación agrícola de regadío de 50 ha: Si siembras una mezcla de cultivos de cobertura de invierno en octubre y dejas 3,5 toneladas de residuos en el campo en febrero, recibirías unos 5.740 euros. Un buen trato para un campo desnudo.
Cómo cultivar cubiertas vegetales con éxito
Cuando se trata de cultivos de cobertura, el contexto lo es todo. Las especies seleccionadas deben ajustarse a tus objetivos, tipo de suelo, clima y modelo de producción.
Una cosa que no podemos negar es que, como en la naturaleza, la diversidad es la clave. El cultivo de múltiples especies de coberturas permiten a los agricultores aprovechar los beneficios de cada planta y alcanzar eficazmente uno -o varios- objetivos.
Por ejemplo, muchos agricultores combinan leguminosas, gramíneas y una planta con flores para la producción de biomasa, la biodiversidad, la fijación del nitrógeno, la gestión de las malas hierbas y la prevención de la erosión del suelo.
El cultivo de cobertura comienza con tu contexto. Depende de tu modelo de producción y de tus objetivos específicos, ya sea mejorar la microbiología del suelo, optimizar el ciclo de los nutrientes, aumentar la retención de agua o abordar problemas de compactación, entre otros. Ignorar estos aspectos puede resultar en un crecimiento descontrolado de malas hierbas y un rendimiento negativo.
— Herberto Brunk
Tipos de cultivos de cobertura
Hay muchas clases diferentes de cubiertas vegetales: leguminosas (como la alfalfa o el trébol), gramíneas (como el ray-grass o la cebada), crucíferas (como el rábano) y una serie de plantas con flores (como el trigo sarraceno o el girasol).
Las especies leguminosas
son las favoritas de los agricultores. Son famosas por su capacidad de fijar nitrógeno en el suelo gracias a su relación simbiótica con las bacterias rhizobium además de suprimir las malas hierbas de manera muy eficaz.
Las gramíneas
tienen más carbono que las leguminosas, por lo que los residuos suelen durar más durante el proceso de descomposición. Esto es muy beneficioso para suprimir las malas hierbas y aumentar la materia orgánica del suelo. Las gramíneas también son eficaces carroñeras, lo que significa que absorben el exceso de nutrientes que quedan en el suelo del cultivo anterior.
Las crucíferas
ofrecen algunas ventajas claras. Proporcionan mucha biomasa. Pero también tienen propiedades naturales de control de plagas, lo que significa que son capaces de liberar compuestos químicos tóxicos para las plagas y los patógenos del suelo.
Las plantas con flores
son una forma estupenda de atraer insectos beneficiosos y polinizadores a tu finca. Cuanta más biodiversidad tengas, mejor salud tendrá tu explotación.
Maximiza tus beneficios con el cultivo de cubiertas vegetales
En la agricultura, es crucial considerar el aspecto financiero al evaluar la viabilidad de nuevas prácticas. Los cultivos de cobertura representan una inversión inicial, pero los ahorros en costos de insumos pueden superar con creces los gastos en semillas y maquinaria.
El éxito de las cubiertas vegetales es evidente. Como informa Farmers Weekly, Rick Clarke, un agricultor estadounidense., ha ahorrado aproximadamente 1,6 millones de libras en su explotación de 3.000 hectáreas mediante la adopción de la siembra directa orgánica. Su enfoque de la agricultura regenerativa se basa en un sólido sistema de cultivos de cobertura multiespecíficos, así como en la siembra directa y la ausencia de insumos químicos. Subraya que lograr el equilibrio adecuado es difícil, pero no imposible.
Herberto, por su parte, señala que el mayor reto de los cultivos de cobertura es comprender el contexto de tu explotación. Afirma que es probable que al principio pueda parecer abrumador, pero una vez que encuentras la combinación de semillas adecuada para tus objetivos, se convierte en una herramienta de un valor inmenso.
El ahorro anual de Rick Clark en su granja de 3.000 hectáreas
Gasóleo |
£50,936 |
Nitrógeno |
£489,414 |
Fosfato |
£270,189 |
Potasa |
£280,705 |
Cal |
£101,927 |
Productos agroquímicos |
£390,722 |
Semillas |
£84,939 |
Gasóleo
Nitrógeno
Fosfato
Potasa
Cal
Productos agroquímicos
Semillas
£50,936
£489,414
£270,189
£280,705
£101,927
£390,722
£84,939
Fuente: Farmers Weekly: El sistema ecológico de labranza cero ahorra a un agricultor estadounidense 1,6 millones de libras en costes anuales’
Observaciones finales
Tener raíces vivas en tu suelo durante todo el año es clave para crear resiliencia desde la base.Pero los cultivos de cobertura también ofrecen muchas otras oportunidades a los agricultores. Ya sea reduciendo los costes de insumos o accediendo a una nueva fuente de ingresos gracias a los créditos de Carbon+ son una forma eficaz de mejorar tu suelo y tu cuenta de resultados.